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CSE: Año I

Lo que narro a continuación quizá dé demasiadas pistas del tipo de persona que soy, y puede que sea contraproducente ya que incluyo esta dirección en mi currículo, pero debo ser honesto con mi público y por eso no ahorraré en vergüenzas. Desde el mismo día en que decidimos poner en marcha este proyecto conjunto titulado Cumbres sin ecos, ando detrás de escribir algo que definiera un poco qué esperábamos de este lugar, qué podríamos ofrecer, a dónde esperábamos llegar. Hoy, más de un año después, con más de cien entradas a nuestras espaldas, no sé cuántos miles de visitas y más comentarios archivados como spam que comentarios aprobados, por fin ha llegado ese momento. Pero más vale tarde que nunca, espero.

Comenzamos nuestra andadura un día cualquiera de un junio cualquiera, como comienzan las grandes historias, y ninguno de los dos autores teníamos claro qué tipo de textos podríamos ofrecer. Nuestra estrecha vinculación con el mundo del Periodismo estuvo a punto de conducirnos al imperdonable error de especializarnos en actualidad, de tal modo que nuestras Cumbres se habrían convertido ya en un lugar apestoso para la libre circulación de porquería caduca, de opiniones intrascendentes y de reflexiones aburridas para las que, además, ya hay destinadas cientos de cabezas más y mejor preparadas. Afortunadamente, ninguno de los dos nos anclamos en lo que se supone que debería haber sido y ahora puedo abrir esta página sin sentir pudor de ningún tipo. Porque por supuesto que hay porquería caduca, opiniones intrascendentes y reflexiones aburridas, pero han sido alumbradas por afición, por simple cariño a la escritura y por pura autocomplacencia. Estamos comprometidos con nosotros mismos, con nuestras ideas e historias y, desde luego, con nuestros lectores: más de un artículo desapareció en la papelera por respeto a vosotros. Es otra forma de escribir. No nos exigimos la rigurosidad y asiduidad que la actualidad requeriría, pero a cambio nos exigimos creatividad y nos concedemos un interlocutor que nos aguarda siempre en blanco para que le confesemos nuestras más íntimas rarezas. Y en este punto y seguido incluiríamos muchísimas opiniones, casi todas destructivas, sobre un amplio espectro de cosas, pero al ser esto un comunicado institucional con el sello de CSE aplazaremos la lapidación.

Haciendo balance, estamos ampliamente satisfechos con el lugar que hemos puesto en pie poco a poco y, por qué no decirlo, con bastante esfuerzo. Si hubiéramos decidido especializarnos en algún ámbito concreto es muy posible que tuviéramos el doble o el triple de lectores, pero creo que difícilmente habríamos disfrutado tanto como lo hemos hecho hasta ahora. Quizá no sea el camino para ganarse cierto renombre en esto, o para que Cumbres constituya un paso destacable en nuestra andanza profesional; sí lo ha sido, desde luego, y espero que lo siga siendo, para afianzar nuestro amor por juntar letras y que de repente tengan sentido y hasta cierta belleza. Nos ha ayudado a conocernos mejor, tanto a nosotros mismos como al otro. Le ha dado un significado más amplio y profundo a nuestra vocación por mirar, por descubrir, por reflexionar. Nos ha obligado a sentarnos y buscar caminos para relatar todo lo que nos inquieta o sucede, caminos que a veces nos han sorprendido a nosotros mismos. Y sobre todo nos ha dado un rincón silencioso en el que expresarnos de viva voz, a pleno pulmón, casi sin filtros ni temores. Eso es Cumbres sin ecos: intimidad, creatividad y confesión. Unas vacaciones pagadas para el alma.

Encaramos el segundo año con la misma ilusión, con bastante más experiencia y con las mismas dudas. ¿Deberíamos modificar el enfoque que actualmente sustenta a este blog? Cambiar su temática, especializarnos, diversificarnos, incorporar nuevos autores y, con ellos, nuevas visiones del mundo, nuevas realidades… Realmente no lo sabemos, así que el tiempo lo dirá. Esperamos tener la oportunidad, el año que viene por estas fechas, de contároslo todo. Mientras tanto, es nuestro deseo que sigáis disfrutando de nuestro blog y que disculpéis nuestras múltiples excentricidades y chaladuras.

Recibid un cordial saludo en nombre de los fundadores de este espacio;

Erik Macbean y Krknose

3 comentarios

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  1. toneti / Jul 25 2011 22:35

    Muchas felicidades en vuestro aniversario. Habéis hecho un buen trabajo aunque en el caso de Krknose creo que la mayoría de las veces escribe para si mismo y no para sus lectores, lo que me parece un ejercicio muy sano para su alma pero poco atractivo para sus seguidores.

  2. Sheba / Nov 21 2011 2:48

    Muchas felicidades en vuestro aniversario. Habéis hecho un buen trabajo aunque en el caso de Krknose creo que la mayoría de las veces escribe para si mismo y no para sus lectores, lo que me parece un ejercicio muy sano para su alma pero poco atractivo para sus seguidores.
    +1

    • krknose / Nov 21 2011 13:57

      No quisiera desaprovechar esta oportunidad para agradecer vuestra atención, vuestros comentarios, vuestras felicitaciones y vuestra crítica constructiva.
      Entiendo que alguno de mis escritos pueda resultar difuso, difícil de seguir o concretar o, incluso, carente de todo propósito. Lamento el padecimiento del lector en esos casos, pero dichos textos son coherentes con los momentos en que los escribo y están construidos sin mirar más allá -como bien apuntáis- de la autocomplacencia. Pueden no resultar un producto muy atractivo para los visitantes de este blog, claro, y por ello me disculpo, pero la dificultad de describir ciertas sensaciones para la comprensión de un segundo o un tercero es máxima y en algunas ocasiones simplemente renuncio a hacer tal esfuerzo, dando como resultado un texto que quizá solo encuentre pleno sentido en mi cabeza. Eso sin contar los que realmente no tienen ningún propósito más allá de su propia estética, que también los hay.
      Cuido hasta donde puedo mis textos por respeto al lector, pero no puedo garantizarle su comprensión. En cualquier caso, siempre recomiendo que no intenten entender lo que yo quiero decir, eso puede conduciros a la locura. El texto, una vez hecho, es libre.
      Ya que yo escribo para mí, daos el gusto de leer para vosotros. Un fortísimo abrazo.

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