Saltar al contenido
7 abril, 2014 / Erik Macbean

Columnas y vacíos

Me van a tener ustedes que perdonar, porque les tenía que haber escrito hace un mes con motivo de mi segundo artículo publicado en Pictograma y sin embargo no lo hice. No fue una cuestión de olvido, ajetreo o tener mejores cosas que hacer. En realidad estuve muy tentado de publicar la reseña, pero entonces mi mente fue secuestrada por profundas reflexiones que me llevaron a concluir que eso de venir aquí a contarles que había contado otra cosa en otro lugar era una desfachatez.

No obstante, y tras la reciente publicación de mi tercer artículo en Revista Pictograma, me he visto obligado a capitular. He comprendido, al fin, que contar que no se tiene nada que contar también es contar algo, y algo muy importante: la propia limitación. Por fortuna los editores de la revista atesoran unos cuantos premios Nobel de tolerancia en sus estanterías y, de momento, me siguen riendo las gracias. Que dure.

Y que ustedes lo lean.

One Comment

Deja un comentario
  1. Phil O'Hara / Abr 7 2014 20:05

    Cómo no hemos de perdonar su silencio, máxime habiendo manifestado propósito de enmienda. No nos vuelva a dejar huérfanos de sus artículos, hombre de Dios. Con decirle que algunos ya estábamos a punto de indagar en comisaría sobre su paradero… Aunque bien está lo que bien acaba. A leer los dos escritos, pues. Saludos y hasta el cuarto.

Replica a Phil O'Hara Cancelar la respuesta